Desde Pedro Peña Art Gallery queremos iniciar un apartado en nuestro blog con biografías de artistas, empezando con ANTONI TÀPIES debido a su reciente fallecimiento.

Antoni Tàpies, fue un pintor, escultor y teórico del arte español. Uno de los principales exponentes a nivel mundial del informalismo, está considerado como uno de los más destacados artistas españoles del siglo XX.

Antoni Tàpies nace en Barcelona en 1923, en su juventud y a raíz de una enfermedad empieza a pintar de forma autodidacta. Empieza a cursar estudios de Derecho, que deja para dedicarse a la pintura. Sus primeras obras son retratos realistas con una fuerte carga expresionista, de materias muy espesas y pinceladas cortas.

Conoce a Joan Brossa en 1947, a través del cual entra en contacto con artistas que en 1948 fundan el «Dau al Set»: Cuixart, Ponç, Arnau Puig y Tharrats, una de las primeras y más relevantes iniciativas renovadoras del arte español de posguerra. Su obra está influida entonces por el surrealismo creando mundos oníricos con personajes y objetos cercanos qa la pintura de Paul Klee y Marx Ernst. De esos datos data su amistad con Miró y el galerista Joan Prats.

Eugenio d’Ors muestra obras suyas en Madrid, en el salón de los Once de 1949, y poco después hace su primera exposición individual en las Galerías Layetanas de Barcelona, en 1950.

En 1950 se traslada a París con una beca del gobierno francés, coincidiendo con este cambio expone en la XXIV Bienal de Venecia (1952), en la Galería Martha Jackson de Nueva York y obtiene el gran premio de Pintura de la Bienal de Sao Paulo en 1953. En este año expone en la galería de Martha Jackson de Nueva York, y su nombre adquiere ya relevancia internacional, sucediéndose las exposiciones en el extranjero.

Conoce el Art Autre, que le hace abandonar en 1953 el surrealismo y volver a conceder una importancia creciente en lo matérico, buscando texturas con barnices, tierras y collages, añadiendo la materia, construyendo físicamente las superficies y retorna las investigaciones sobre la materia, iniciadas ocho años antes, trabajando con tierras, grattages, collages, incisiones… y empieza a desarrollar su lenguaje personal. Aparece el grafismo por primera vez siendo otro de los elementos significativos de su obra.

En la segunda mitad de los 50 se produce una clara evolución hacia un informalismo depurado. El cuadro se concibe como una especie de muro donde se depositan huellas de incidentes vitales. Los formatos se hacen mayores.

A fines de los años sesenta aparecen puntualmente elementos figurativos en el lienzo: huellas a modo de símbolos cargadas a veces de matices sociales y políticos, y en siguiente década cobran mayor importancia al transformarse en objetos reales; periódicos, telas de saco, etc, anunciando aspectos del Arte povera.

Un infinito apego por la materia se conjuga en su obra con la dimensión iconográfico que se expresa a través de signos como cruces, líneas, números, letras, iniciales de su nombre, así como una fuerte presencia de la figura humana, aparentemente velada por la abstracción con que está planteado su trabajo. Su obra plástica revela, por un lado, la vocación objetual -que ha llevado a parte de la crítica a considerarlo precursor del Arte Povera-, y por otro, una personal asimilación de las culturas orientales y una delicadísima percepción de la realidad.

En 1990 se inagura en Barcelona la Fundación que lleva su nombre Fundación Antoni Tàpies, punto de referencia para otros muchos artistas y uno de los más internacionales de nuestro elenco artístico, y que ha sido galardonado desde finales de los años cincuenta numerosas veces por las más prestigiosas instituciones nacionales e internacionales, ha recibido entre otros el León de Oro en la Bienal de Venecia en 1993 y el Premio Herbert Boeckl en 1994.

En 1990 ingresa como Académico de Honor en la Academia de las Bellas Artes de San Fernando en Madrid y en 1994 como miembro de la Academia Francesa de Bellas Artes.

Entre sus numerosos premios cabe destacar el Premio Carnegie (1958), la Medalla de Oro del ministerio de Cultura (1981), Premio de la Fundación Wolf de las Artes (1981), la Medalla de Oro de la Generalitat de Catalunya (1983), el premio Príncipe de Asturias de las Artes (1990), la Medalla Picasso de la Unesco (1993) y el Premio Velázquez de Artes Plásticas (2003). Como reconocimiento a su trayectoria artística el rey Juan Carlos I le otorgó el 9 de abril de 2010 el título de marqués de Tàpies.

En nuestro fondo de galería tenemos el placer de contar con obras como “Cercle Blanc” , “Deux et Un”, “Boca I Signes Blancs” y “Totem”.

Entre sus últimos actos públicos destacamos su colaboración con José Saramago el año 2005 en defensa del grupo pacifista vasco Elkarri, y ese mismo año la donación de su obra “7 de noviembre” al Parlamento de Cataluña con motivo del 25 aniversario de la restauración del mismo.

En octubre de 2007 cedió una obra original suya a la campaña contra el cierre de las emisiones de TV3 en Valencia, para que se vendiesen sus reproducciones a diez euros y así sufragar la multa impuesta a ACPV por parte de la Generalidad Valenciana. El mismo año dejó un mensaje en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes que no se abrirá hasta el 2022.

En sus últimos días destacamos:

Tàpies frente a Tàpies, una sugerente exposición inaugurada el 26 de enero de 2012, y que se podrá visitar gratuitamente hasta el 15 de abril en el Museo de Arte Contemporáneo de Alicante (MACA).

Antoni Tàpies falleció el 6 de febrero de 2012 en su domicilio de Barcelona, a los 88 años.